Tantos instantes que me llegan al recuerdo, de lo que fue este día hace ocho años.
No pretendo echar para atrás, pero imposible no escribir el sexto día de este mes.
La incertidumbre de tu llegada,
la ansiedad en aquella mañana.
Tu negro vestido,
tu pelo corto,
tus brazos extendidos,
mi mano sin querer queriendo en tu piel.
Y aquel lazo violeta que aun conservo.
El beso que te negué.
El trago que nos bebimos y
las sillas cómplices del primero de tantos.
La espera entre letras de Aute,
Y el jugo de piña más dulce.
Una noche que recuerdo con una sonrisa,
porque pocos viven una como esa.
Agradecido, porque se que somos capaces
de sentir así tan intenso.
Pienso en esos días como un niño
recuerda su primer amor, su primer cumpleaños
o su primera mascota.
Gracias